El vino Cueva del Chamán es una referencia fascinante dentro del panorama vitivinícola español, proveniente de la región de Almansa, una denominación de origen (DO) situada en la provincia de Albacete, en Castilla-La Mancha. Esta DO ha ganado notoriedad en las últimas décadas por su enfoque en variedades autóctonas y por la elaboración de vinos con carácter único y personalidad distintiva. Cueva del Chamán, en particular, representa la dedicación de Bodegas Santa Cruz de Alpera por poner en valor la tradición vitivinícola de la región, utilizando variedades de uva tradicionales como la Garnacha Tintorera y explorando métodos de vinificación modernos para crear vinos de calidad excepcional.
Historia de Cueva del Chamán
El nombre Cueva del Chamán está inspirado en la Cueva de la Vieja, un importante yacimiento arqueológico de la región de Alpera, famoso por sus pinturas rupestres. Este lugar, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, evoca una rica herencia cultural y la profunda conexión de esta tierra con sus antepasados. El vino toma su nombre de este enclave histórico, lo que subraya la unión entre la tradición vitivinícola y el legado cultural de la región.
Bodegas Santa Cruz de Alpera fue fundada en 1947 como una cooperativa que inicialmente se centraba en la producción de vino a granel. Con el tiempo, la bodega ha ido evolucionando, modernizando sus instalaciones y cambiando su enfoque hacia la producción de vinos de alta calidad embotellados. En la actualidad, es una de las bodegas más importantes de la DO Almansa, destacando por su capacidad para elaborar vinos que combinan tradición y modernidad.
Preparación del Vino
El Cueva del Chamán se elabora principalmente a partir de la variedad de uva Garnacha Tintorera, una uva autóctona de la región que es única por tener tanto la piel como la pulpa de color rojo. Esta particularidad le otorga a los vinos elaborados con Garnacha Tintorera un color profundo y una concentración de sabor notable. La uva es resistente y se adapta bien a las duras condiciones climáticas de Almansa, donde el clima continental con veranos calurosos y secos y inviernos fríos crea el ambiente ideal para su cultivo.
Vendimia y Vinificación
La vendimia de la Garnacha Tintorera se realiza generalmente a mano, lo que permite una selección cuidadosa de los racimos. El control manual de la calidad es crucial para asegurar que solo las uvas en el punto óptimo de maduración se utilicen en la vinificación. Las viñas de las que provienen las uvas para Cueva del Chamán son viñas viejas, lo que significa que la producción de uva por planta es más baja, pero de mayor calidad, concentrando los sabores en cada racimo.
La fermentación se realiza en depósitos de acero inoxidable a temperatura controlada para preservar los aromas primarios de la fruta. Durante la maceración, las pieles de las uvas están en contacto con el mosto para extraer el color, los taninos y otros compuestos que dan estructura al vino. La maceración suele durar entre 10 y 15 días, dependiendo de las características de la vendimia de cada año.
Una vez fermentado, el vino se somete a un periodo de crianza en barricas de roble francés y americano durante unos 6 a 12 meses, dependiendo de la añada y del perfil deseado por el enólogo. Este tiempo en barrica aporta complejidad al vino, añadiendo notas especiadas y de vainilla que se integran con los sabores de la fruta.
Características Sensoriales
Color
El Cueva del Chamán tiene un color rojo profundo e intenso, debido a la Garnacha Tintorera, que aporta una pigmentación intensa y característica. El vino presenta una capa alta con destellos violáceos cuando es joven, lo que refleja su concentración y juventud, y con el tiempo, tiende a desarrollar tonos más granates.
Olor
En nariz, el Cueva del Chamán es complejo y expresivo. Predominan los aromas de frutas negras maduras como la mora, el arándano y la ciruela, acompañadas por notas de frutas rojas como la cereza y la grosella. A medida que el vino se abre en la copa, aparecen notas más profundas y especiadas, aportadas por la crianza en barrica, como la vainilla, el cacao y un toque de pimienta negra.
También se perciben sutiles aromas de torrefactos, como el café tostado y el chocolate negro, lo que añade una capa extra de complejidad. El uso del roble aporta un toque balsámico y de hierbas aromáticas, con ligeros matices de cuero y tabaco que evolucionan con el tiempo en botella.
Sabor
En boca, el Cueva del Chamán es un vino robusto, con una estructura tánica marcada pero bien integrada. Los taninos son suaves y aterciopelados, lo que le otorga al vino una textura redonda y equilibrada. La acidez está bien compensada, lo que le proporciona frescura y vivacidad, y lo hace ideal para maridar con una amplia variedad de platos.
Los sabores en boca reflejan los aromas percibidos en nariz, con una dominante de frutas maduras como la mora y el arándano, junto con un toque especiado de clavo y pimienta. El final es largo y persistente, con notas de chocolate amargo y un leve recuerdo mineral, lo que añade carácter al vino.
Añadas
El Cueva del Chamán se produce en las mejores añadas, cuando las condiciones climáticas permiten una maduración óptima de la Garnacha Tintorera. Añadas como la 2018 y 2019 han sido particularmente destacadas, gracias a las condiciones equilibradas entre las temperaturas cálidas y frescas durante la fase de maduración, lo que ha permitido vinos concentrados y equilibrados.
Maridaje
El Cueva del Chamán es un vino versátil que puede maridarse con una amplia gama de platos, pero es especialmente adecuado para acompañar carnes rojas a la parrilla, guisos contundentes y quesos curados. Su cuerpo robusto y sus taninos bien estructurados lo hacen ideal para platos con sabores intensos.
Precios
El precio del Cueva del Chamán suele oscilar entre los 10 y 15 euros por botella en el mercado español, dependiendo del punto de venta y la añada. Su excelente relación calidad-precio lo convierte en una opción atractiva tanto para los amantes del vino que buscan algo distintivo como para aquellos que desean un vino de calidad sin un coste elevado.
En mercados internacionales, el precio puede variar ligeramente, pero generalmente se mantiene dentro de una franja similar, lo que refuerza su posición como un vino de excelente valor para su categoría.
Conclusión
El Cueva del Chamán es una joya dentro de la DO Almansa, un vino que combina el carácter robusto de la Garnacha Tintorera con la sutileza que le aporta su crianza en roble. Es un vino que refleja tanto la tradición vitivinícola de la región como la capacidad de las bodegas modernas para elaborar vinos de alta calidad a precios accesibles.
Su perfil aromático complejo, su estructura equilibrada y su capacidad de guarda lo convierten en una opción excelente tanto para consumo inmediato como para ser disfrutado después de algunos años en botella.
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