El Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado es un vino de la bodega Delgado Zuleta, una de las más antiguas de la región de Jerez y Sanlúcar de Barrameda. Este amontillado es un vino generoso con una gran historia, producido de manera meticulosa y con un perfil sensorial rico y complejo, caracterizado por un envejecimiento prolongado y una evolución única que le otorga su sabor distintivo.
Historia de Bodegas Delgado Zuleta
Bodegas Delgado Zuleta fue fundada en 1744 en Sanlúcar de Barrameda, convirtiéndose en una de las bodegas más antiguas y prestigiosas de la región de Jerez y la Manzanilla. Inicialmente, la bodega fue propiedad de la familia Zuleta, y en el siglo XIX, Manuel María Delgado y Zuleta unió fuerzas con esta bodega familiar, lo que impulsó aún más su éxito. Delgado Zuleta ganó renombre a nivel nacional e internacional, en especial por la calidad de su Manzanilla La Goya, que durante años ha sido un emblema de la bodega.
A lo largo de su historia, Delgado Zuleta ha sabido mantenerse fiel a las tradiciones de los vinos de Jerez, pero también ha sabido innovar y adaptarse a los tiempos modernos. La bodega ha seguido produciendo una gama de vinos generosos, incluyendo manzanillas, finos, amontillados, olorosos, y también vinos más modernos y singulares como los «en rama». Dentro de su portafolio de amontillados, destaca el Monteagudo Amontillado, un vino de gran carácter y una complejidad extraordinaria.
Elaboración del Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado
El Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado sigue el proceso tradicional de crianza biológica y oxidativa que caracteriza a los vinos amontillados, lo que le da su complejidad y singularidad. Se elabora exclusivamente a partir de uvas Palomino Fino, la variedad predominante en la región de Jerez.
Proceso de elaboración:
- Crianza biológica inicial: El proceso comienza con la elaboración de un vino fino mediante la fermentación de las uvas Palomino Fino en depósitos de acero inoxidable. Posteriormente, este vino fino es fortificado con alcohol vínico hasta alcanzar aproximadamente 15% de alcohol, lo que permite el desarrollo del velo de flor. Durante varios años, el vino envejece bajo esta capa de levaduras, lo que se conoce como crianza biológica, protegiéndolo del contacto directo con el oxígeno.
- Transformación en amontillado: Después de varios años de crianza biológica, cuando el velo de flor comienza a desaparecer de manera natural o es eliminado mediante una segunda fortificación (esta vez hasta aproximadamente 17% de alcohol), el vino empieza a entrar en contacto con el oxígeno. Es en este punto cuando comienza la crianza oxidativa, que le otorga al vino su color ámbar, sus características notas de frutos secos y su mayor cuerpo. Esta fase de envejecimiento oxidativo puede durar varios años más, y es crucial para que el vino desarrolle la estructura y complejidad propias de un buen amontillado.
- Sistema de soleras y criaderas: El Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado se envejece mediante el tradicional sistema de soleras y criaderas. Este método consiste en la mezcla de vinos de diferentes añadas, lo que asegura una consistencia en el perfil del vino y permite que los vinos más jóvenes se enriquezcan con la madurez y complejidad de los más viejos.
Características sensoriales
El Monteagudo Amontillado es un vino generoso con un perfil sensorial distintivo, gracias a su largo proceso de envejecimiento tanto bajo velo de flor como mediante crianza oxidativa.
Color
Presenta un color ámbar oscuro o caoba, con reflejos dorados brillantes. Este color intenso es el resultado del contacto prolongado con el oxígeno durante su crianza oxidativa.
Olor
En nariz, el Monteagudo Amontillado es muy aromático, ofreciendo una gran complejidad olfativa. Se perciben notas de frutos secos, como nueces y avellanas, junto con matices de madera vieja, debido a su largo envejecimiento en botas de roble. También se aprecian aromas de caramelo, toffee, y un toque de especias como el clavo y la nuez moscada. Además, hay ligeros matices salinos y de levadura, reminiscencia de su crianza inicial bajo velo de flor.
Sabor
En boca, este amontillado es seco, pero con un cuerpo estructurado y robusto. Las notas predominantes son las de frutos secos, como nueces, junto con un sabor ligeramente amaderado y tostado. También se perciben sutiles toques de miel y especias, lo que añade profundidad a su perfil. Su final es largo y persistente, con una leve amargura característica de los amontillados bien envejecidos.
Añada
Como la mayoría de los vinos generosos envejecidos mediante el sistema de soleras y criaderas, el Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado no está vinculado a una añada específica. Esto garantiza una consistencia en su perfil de sabor, ya que es el resultado de la mezcla de vinos de diferentes años.
Maridaje
El Monteagudo Amontillado es un vino muy versátil a la hora de maridar, gracias a su complejidad y su combinación de frescura y madurez.
- Carnes blancas: Su estructura y sabor seco lo hacen ideal para acompañar pollo o pavo asado.
- Quesos curados: Va muy bien con quesos curados y quesos añejos, como un buen manchego o un queso de cabra fuerte.
- Sopas y guisos: También es excelente con sopas y guisos, especialmente aquellos con una base de caldo de carne o verduras.
- Setas y champiñones: Las notas de frutos secos y especias del amontillado lo hacen un acompañamiento perfecto para platos de setas salteadas o a la parrilla.
- Pescados azules: Funciona muy bien con pescados grasos como el atún o el salmón, ya que su carácter seco y salino contrarresta la grasa natural del pescado.
- Jamón ibérico: El contraste de sus notas salinas y amaderadas realza los sabores del jamón ibérico de bellota.
Precios
El Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado es considerado un vino de gama media-alta dentro del mundo de los amontillados, en gran parte debido a su largo proceso de envejecimiento y a la calidad de su elaboración. En general, su precio oscila entre los 15 y 25 euros por botella de 750 ml, dependiendo de la región y del distribuidor.
Conclusión
El Delgado Zuleta Monteagudo Amontillado es un vino generoso con una rica historia y un proceso de elaboración que combina la crianza biológica y oxidativa, lo que resulta en un vino único y complejo. Su perfil sensorial, que mezcla notas de frutos secos, madera, especias y caramelo, junto con su frescura y final largo, lo convierten en una opción excepcional para los amantes de los vinos amontillados. Su versatilidad en el maridaje y su precio accesible lo hacen una opción atractiva para disfrutar en ocasiones especiales o para acompañar una buena comida.
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