Caracoles a la madrileña

Los caracoles a la madrileña representan uno de los platos más icónicos y castizos de la cocina tradicional de Madrid. Aunque su origen está influenciado por la costumbre generalizada en muchas regiones de España de consumir caracoles como alimento humilde y nutritivo, en la capital española este guiso adquirió un carácter distintivo gracias al uso de ingredientes potentes como embutidos, tomate, pimentón y guindilla.

Ya en el siglo XIX, los caracoles eran un plato habitual en las tabernas madrileñas, servidos como tapa o plato único. Su popularidad se mantuvo firme en el siglo XX, siendo habituales en los menús de las casas de comidas, bares y en celebraciones como San Isidro. El plato era ideal para los trabajadores, ya que era económico, muy sabroso y podía conservarse bien durante horas. La tradición de consumirlos en primavera, coincidiendo con la época de recolección natural, también se arraigó en la vida culinaria madrileña.

El rasgo que diferencia a los caracoles a la madrileña frente a otras variantes regionales es su potente salsa. A diferencia de los caracoles a la andaluza, más herbales y frescos, el estilo madrileño es más rotundo, con salsas espesas basadas en sofritos de tomate, chorizo, jamón y a menudo con un toque picante. Es una receta que representa la esencia de la cocina madrileña: rica, generosa, de cuchara y llena de sabor.

Trucos para unos Caracoles a la Madrileña Perfectos

  1. Purgado exhaustivo: Como en toda receta de caracoles, es crucial que los moluscos sean purgados adecuadamente para eliminar toxinas y tierra. Esto se logra dejándolos en ayunas durante unos días y limpiándolos varias veces con agua y vinagre o sal.
  2. Pre-cocción lenta: Comenzar la cocción desde agua fría permite que los caracoles salgan de la concha, facilitando su posterior consumo.
  3. Fondo de sofrito con embutidos: El secreto del sabor está en un buen sofrito con chorizo, jamón serrano, cebolla y tomate natural. Cuanto más tiempo se cocine a fuego lento, más sabroso será el resultado.
  4. Picante equilibrado: El toque picante es fundamental, pero debe ser justo para no opacar el resto de sabores. Se puede ajustar al gusto con guindilla o cayena.
  5. Reposo largo: Como muchos guisos, los caracoles mejoran tras reposar varias horas o incluso de un día para otro.

Receta Tradicional de Caracoles a la Madrileña

Ingredientes (para 4-6 personas):

  • 1 kg de caracoles
  • 100 g de chorizo en rodajas
  • 100 g de jamón serrano en tacos pequeños
  • 1 cebolla grande
  • 3 dientes de ajo
  • 2 tomates maduros (o 200 ml de tomate triturado)
  • 1 hoja de laurel
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • 1 o 2 guindillas secas
  • 1 vaso de vino blanco
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal y pimienta al gusto

Preparación:

  1. Limpiar los caracoles: Tras el proceso de purgado, lavar los caracoles repetidamente con agua fría y sal. Enjuagar hasta que el agua quede completamente limpia.
  2. Cocción inicial: Colocar los caracoles en una olla con agua fría y llevar lentamente a ebullición. Cocinar unos 30 minutos. Escurrir y reservar.
  3. Sofrito base: En una cazuela grande, calentar aceite de oliva y pochar la cebolla picada junto con los ajos laminados. Añadir el chorizo y el jamón, y dejar sofreír.
  4. Agregar el tomate y especias: Incorporar el tomate pelado y triturado, la hoja de laurel, el pimentón, la guindilla y salpimentar. Dejar que se cocine el conjunto unos 15-20 minutos hasta que la salsa espese.
  5. Incorporar los caracoles: Añadir los caracoles escurridos al sofrito. Verter el vino blanco y cubrir con agua o caldo si es necesario. Cocinar a fuego lento durante 45 minutos, removiendo de vez en cuando.
  6. Reposar y servir: Dejar reposar antes de servir. El plato se puede acompañar con pan crujiente para mojar en la salsa.

Este guiso denso y reconfortante es una auténtica joya de la cocina castiza, una receta que se transmite de generación en generación y que sigue viva en los bares tradicionales y en el corazón de los madrileños. Los caracoles a la madrileña son, en definitiva, una forma sabrosa y festiva de celebrar la identidad culinaria de Madrid.

Compartir

Deja una respuesta