La cazuela de mariscos es un plato tradicional que encuentra sus raíces en diversas culturas costeras alrededor del mundo, especialmente en regiones donde el mar ha sido una fuente vital de sustento. Este guiso reconfortante, cargado de sabores marinos, tiene una historia rica que se remonta a las comunidades pesqueras de Europa, América Latina y el Mediterráneo. En España, por ejemplo, la cazuela de mariscos es una evolución de recetas ancestrales que combinaban los frutos del mar con ingredientes locales como tomate, ajo y pimientos, mientras que en América Latina, países como Chile o Perú han adaptado este plato incorporando especias autóctonas y productos como el ají o el maíz. La esencia de la cazuela radica en su simplicidad y en la capacidad de aprovechar lo que el mar ofrece en cada temporada, convirtiéndose en un símbolo de unión familiar y tradición.
Históricamente, este plato era preparado por pescadores que, al regresar de sus jornadas, utilizaban los excedentes de su captura para alimentar a sus familias. Con el tiempo, la receta se sofisticó, pasando de ser un guiso humilde a un manjar presente en celebraciones y restaurantes de alta cocina. Sin embargo, su espíritu sigue siendo el mismo: un homenaje al mar y a la generosidad de la naturaleza.
Trucos para una cazuela de mariscos perfecta
Preparar una cazuela de mariscos requiere atención al detalle y algunos secretos que pueden elevar el plato a otro nivel. Aquí algunos trucos esenciales:
- El caldo es la clave: La base de una buena cazuela es un caldo rico y sabroso. Utiliza cabezas y cáscaras de camarones, espinas de pescado o incluso conchas de mejillones para preparar un fumet casero. Cocínalo a fuego lento con cebolla, apio, zanahoria y un toque de laurel para extraer todo el sabor.
- Frescor ante todo: Los mariscos deben ser lo más frescos posible. Si notas un olor demasiado fuerte o la carne está opaca, es mejor descartarlos. Los mejillones y almejas, por ejemplo, deben estar vivos antes de cocinarlos; si están abiertos y no se cierran al tocarlos, deséchalos.
- Orden de cocción: No todos los mariscos tienen el mismo tiempo de cocción. Añade primero los ingredientes que tardan más, como el calamar o el pulpo, y deja para el final los más delicados, como los camarones o el pescado blanco, para evitar que se sobrecocinen.
- Toque de acidez: Un chorrito de vino blanco, unas gotas de limón o un poco de tomate triturado pueden equilibrar los sabores y resaltar la frescura de los mariscos.
- Sofrito potente: Dedica tiempo a preparar un buen sofrito con ajo, cebolla y pimientos. Cocínalo lentamente hasta que los ingredientes se caramelicen ligeramente; esto aportará profundidad al plato.

Receta clásica de cazuela de mariscos
Ingredientes:
- 300 g de camarones (limpios)
- 200 g de calamares (cortados en anillos)
- 250 g de mejillones (limpios)
- 200 g de pescado blanco (merluza o corvina, en trozos)
- 1 cebolla mediana (picada finamente)
- 2 dientes de ajo (picados)
- 1 pimiento rojo (en cubos pequeños)
- 2 tomates maduros (rallados o triturados)
- 1 papa mediana (en trozos)
- 1 litro de caldo de pescado o fumet
- 100 ml de vino blanco
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal y pimienta al gusto
- Perejil fresco (picado, para decorar)
- 1 hoja de laurel
- Opcional: una pizca de pimentón o azafrán
Preparación:
- En una cazuela amplia, calienta un generoso chorro de aceite de oliva a fuego medio. Sofríe la cebolla, el ajo y el pimiento rojo hasta que estén tiernos y ligeramente dorados, aproximadamente 8-10 minutos.
- Añade el tomate triturado y cocina hasta que se reduzca y forme una pasta espesa. Si usas pimentón o azafrán, incorpóralos en este punto para que desprendan su aroma.
- Vierte el vino blanco y deja que se evapore el alcohol durante un par de minutos. Agrega la papa y el caldo de pescado, junto con la hoja de laurel. Cocina a fuego medio hasta que la papa esté casi tierna, unos 15 minutos.
- Incorpora el calamar y cocina por 5 minutos. Luego añade el pescado blanco y los mejillones. Cuando los mejillones se abran (descarta los que no lo hagan), agrega los camarones y cocina 2-3 minutos más, hasta que estén rosados.
- Ajusta la sal y la pimienta, retira la hoja de laurel y apaga el fuego. Deja reposar la cazuela tapada por 5 minutos para que los sabores se integren.
- Sirve caliente, espolvoreada con perejil fresco, y acompaña con pan crujiente o arroz blanco.
Variaciones y creatividad
La cazuela de mariscos es un lienzo en blanco para la creatividad. En Chile, por ejemplo, se le añade crema y queso para una versión más untuosa, mientras que en el Caribe se incorporan leche de coco y especias picantes. Puedes experimentar con mariscos locales, como cangrejo o langosta, o añadir un toque personal con hierbas como el cilantro o el eneldo.
Este plato no solo es una delicia para el paladar, sino también una forma de conectar con la historia y las tradiciones de quienes han vivido del mar. Cada cucharada cuenta una historia de esfuerzo, ingenio y amor por la cocina.
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