Las judías con morcilla son un plato tradicional de la cocina española que tiene raíces profundas en la gastronomía rural y de subsistencia. Su origen se remonta a la época medieval, cuando los guisos de legumbres eran una parte fundamental de la alimentación, especialmente entre las clases populares.
Las judías, también conocidas como alubias o frijoles en diferentes regiones, fueron introducidas en Europa tras el descubrimiento de América. Sin embargo, antes de su llegada, en la Península Ibérica ya se consumían legumbres similares como las habas o los garbanzos. Con el tiempo, las judías se integraron en la dieta española debido a su alto valor nutritivo y su facilidad de cultivo.
Por otro lado, la morcilla, un embutido elaborado con sangre y especias, tiene una historia aún más antigua. Existen referencias a embutidos similares en la antigua Roma y en los escritos de Homero, donde se mencionan productos cárnicos elaborados con sangre. En España, la morcilla adquirió una gran diversidad regional, con variantes como la morcilla de Burgos, que incluye arroz, o la morcilla asturiana, con un sabor más ahumado.
La combinación de judías y morcilla surgió como una forma de aprovechar los ingredientes disponibles en las casas campesinas, especialmente en zonas como Castilla y León, Asturias y La Rioja. La morcilla aportaba sabor y sustancia a los guisos de legumbres, convirtiéndolos en platos contundentes y nutritivos ideales para afrontar los fríos inviernos.
Hoy en día, las judías con morcilla siguen siendo un plato emblemático en muchas regiones de España y se disfrutan en festividades, reuniones familiares y en restaurantes especializados en cocina tradicional.
Trucos para unas Judías con Morcilla Perfectas
- Elegir judías de calidad: Utiliza judías frescas o de denominación de origen, como las judías de la Granja o las fabes asturianas, que garantizan una textura cremosa y un sabor excelente.
- Remojo adecuado: Si usas judías secas, déjalas en remojo al menos 12 horas antes de cocinarlas para reducir su tiempo de cocción y mejorar su digestibilidad.
- Cocción lenta: Para obtener una textura suave y evitar que se rompan, cocina las judías a fuego lento, sin remover demasiado la olla.
- No añadir la sal al principio: La sal endurece las judías si se agrega demasiado pronto. Es mejor añadirla hacia el final de la cocción.
- Evitar el agua fría: Si necesitas añadir más agua durante la cocción, asegúrate de que esté caliente para evitar que las judías se encallen y pierdan su textura tierna.
- Cocinar la morcilla con cuidado: La morcilla es delicada y puede deshacerse fácilmente. Para evitarlo, agrégala en los últimos minutos de cocción o cocínala aparte y añádela al final.
- Acompañamientos adecuados: Este plato se disfruta mejor con pan rústico y un buen vino tinto, que realza sus sabores intensos.

Receta Clásica de Judías con Morcilla
Ingredientes:
- 500 g de judías blancas (alubias o fabes)
- 2 morcillas de Burgos o de tu preferencia
- 1 cebolla grande
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo
- 1 zanahoria
- 1 tomate maduro
- 1 hoja de laurel
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal y pimienta al gusto
- 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- Agua o caldo de carne
Preparación:
- Remojo de las judías: La noche anterior, pon las judías en un bol con abundante agua y déjalas en remojo durante al menos 12 horas.
- Preparar el sofrito: En una olla grande, calienta el aceite de oliva y sofríe la cebolla, el ajo, el pimiento y la zanahoria picados en trozos pequeños. Cuando la cebolla esté dorada, añade el tomate rallado y cocina unos minutos más.
- Añadir las judías: Escurre las judías y agrégalas a la olla junto con el laurel y el pimentón dulce. Cubre con agua o caldo hasta que queden bien sumergidas.
- Cocción lenta: Cocina a fuego lento durante aproximadamente 1,5 a 2 horas, removiendo ocasionalmente y añadiendo más agua caliente si es necesario.
- Agregar la morcilla: Cuando las judías estén tiernas, incorpora las morcillas enteras o en rodajas gruesas. Cocina durante 10-15 minutos más.
- Rectificar la sazón: Prueba y ajusta la sal y la pimienta antes de servir.
- Servir y disfrutar: Deja reposar unos minutos antes de servir. Acompaña con pan rústico y un buen vino tinto.
Las judías con morcilla son un plato reconfortante que combina lo mejor de la cocina tradicional española. ¡Disfrútalas en familia y con buen apetito!
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