Migas extremeñas

Las migas extremeñas son uno de los platos más representativos de la cocina tradicional de Extremadura, una receta humilde con profundas raíces rurales y pastoriles. Su origen se remonta a siglos atrás, cuando los pastores y campesinos necesitaban platos nutritivos, económicos y fáciles de preparar con ingredientes disponibles durante largas jornadas en el campo. El pan duro, el aceite y el ajo eran productos básicos y duraderos, a los que se sumaban otros como el pimentón, el chorizo o el tocino, cuando había suerte.

Este plato forma parte de una gran familia de recetas de migas en España —como las manchegas, andaluzas o aragonesas—, cada una con sus particularidades. Las extremeñas destacan por el uso generoso del pimentón de la Vera, un ingrediente esencial que otorga un color rojizo y un sabor ahumado inconfundible. Además, suelen ir acompañadas de productos del cerdo, uvas o incluso sardinas, dependiendo de la zona y la época del año.

Tradicionalmente, las migas se cocinaban en un caldero sobre fuego de leña y se compartían en grupo, directamente del recipiente. Hoy en día, siguen siendo una comida habitual en fiestas populares, romerías y reuniones familiares, y se han revalorizado como símbolo de la identidad culinaria extremeña.

Trucos para unas Migas Extremeñas Perfectas

  1. El pan adecuado: Lo ideal es usar pan del día anterior o de dos días, de miga compacta. Se corta en trozos pequeños y se humedece ligeramente antes de cocinar.
  2. Reposar el pan: Una vez humedecido, conviene dejarlo reposar tapado durante al menos una hora, para que se ablande sin deshacerse.
  3. Ajo y pimentón: El ajo se fríe entero o laminado para aromatizar el aceite. El pimentón debe añadirse fuera del fuego para evitar que se queme y amargue.
  4. Fritura de carnes: El tocino, chorizo, panceta o morcilla deben freírse antes y retirarse, para que las migas se cocinen en esa grasa y absorban todo el sabor.
  5. Paciencia al remover: Las migas necesitan ser movidas constantemente con una espumadera o cuchara de madera para que queden sueltas y doradas.
  6. Acompañamientos: Las más tradicionales se sirven con uvas, pimientos fritos, sardinas asadas o huevo frito.

Receta Tradicional de Migas Extremeñas

Ingredientes (para 4 personas):

  • 500 g de pan del día anterior
  • 100 g de panceta o tocino
  • 100 g de chorizo
  • 6 dientes de ajo
  • 1 cucharadita de pimentón de la Vera (dulce o picante, al gusto)
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Agua para humedecer el pan
  • Uvas, pimientos verdes o huevo frito (opcional, para acompañar)

Preparación:

  1. Preparar el pan: Corta el pan en trozos muy pequeños (como migas gruesas) y humedécelo con agua con un poco de sal. Cúbrelo con un paño y déjalo reposar al menos una hora.
  2. Freír los ajos: En una sartén grande o caldero, calienta aceite y fríe los ajos enteros con piel (puedes darles un golpe para que se abran un poco). Retíralos cuando estén dorados.
  3. Freír las carnes: En ese mismo aceite, fríe el tocino y el chorizo troceados hasta que estén crujientes. Reserva.
  4. Añadir el pimentón: Retira del fuego, añade el pimentón y remueve para que no se queme. Vuelve a colocar al fuego.
  5. Cocinar las migas: Incorpora el pan humedecido y comienza a remover sin parar con una cuchara de madera. Cocina a fuego medio-bajo, removiendo durante unos 30-40 minutos, hasta que las migas estén sueltas, doradas y ligeramente crujientes.
  6. Añadir los ajos y las carnes: Vuelve a incorporar los ajos y las carnes fritas, mezcla bien y cocina unos minutos más.
  7. Servir: Acompaña con uvas, pimientos verdes fritos o un huevo frito. Se sirven tradicionalmente muy calientes y en cazuela de barro.

Las migas extremeñas son mucho más que un plato sencillo: representan la cultura del aprovechamiento, la cocina lenta y compartida, y el sabor auténtico del campo extremeño. Cada cucharada es una vuelta a las raíces.

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