La Paella de Costillas es una deliciosa variante de la tradicional paella española, que destaca por su sabor intenso y su combinación de ingredientes frescos.
Ingredientes:
- 800 gramos de costilla de cerdo (troceada)
- 150 gramos de judía verde
- 2 tomates maduros
- 1 pimiento rojo
- 2 dientes de ajo
- 5 champiñones
- 9 ajos tiernos
- 1 cebolla mediana
- 4 tomates secos
- 2 litros de caldo de pollo
- 500 gramos de arroz
- 15 hebras de azafrán
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Colorante alimentario (opcional)
- Agua

Instrucciones:
- Preparación de los ingredientes: Lava y corta las verduras. Trocea las costillas de cerdo y sazónalas con sal.
- Cocción de las costillas: En una paellera, calienta aceite de oliva y dora las costillas de cerdo hasta que estén bien selladas. Retíralas y resérvalas.
- Sofrito: En el mismo aceite, añade los ajos picados, la cebolla, el pimiento rojo y los champiñones. Sofríe hasta que estén tiernos.
- Añadir el arroz: Incorpora el arroz y remueve bien para que se impregne de los sabores del sofrito.
- Caldo y azafrán: Añade el caldo de pollo caliente, las hebras de azafrán y el colorante alimentario. Remueve bien y ajusta de sal.
- Cocción final: Cocina a fuego medio-alto durante unos 10 minutos. Luego, baja el fuego y cocina otros 10-15 minutos hasta que el arroz esté en su punto.
- Reposo: Deja reposar la paella unos minutos antes de servir para que los sabores se asienten.
Consejos:
- Caldo: Utiliza un buen caldo de pollo casero para potenciar el sabor.
- Azafrán: Tostar ligeramente las hebras de azafrán antes de añadirlas al caldo para intensificar su aroma.
- Reposo: Deja reposar la paella tapada con un paño limpio durante unos minutos antes de servir.
¡Espero que disfrutes preparando y degustando esta deliciosa paella de costillas! ¿Te animas a probarla? 😋
Historia de la Paella de Costillas
La paella, originaria de la región de Valencia, tiene sus raíces en el siglo XVIII como un plato campesino que combinaba arroz con los ingredientes disponibles en el campo y el corral. Aunque la paella valenciana tradicional incluye conejo, pollo, judías verdes y garrofón, la paella de costillas surge como una adaptación más carnívora, probablemente en el interior de la Comunidad Valenciana o en regiones cercanas como Castilla-La Mancha o Aragón, donde las costillas de cerdo eran un ingrediente habitual en la dieta rural.
El uso de costillas en la paella refleja la cocina de aprovechamiento típica de las zonas agrícolas y ganaderas de España. Las costillas, ya sean de cerdo o incluso de cordero en algunas variantes, aportan un sabor intenso y una textura jugosa que se complementa perfectamente con el arroz, el ingrediente estrella del plato. Aunque no está documentada con precisión su evolución, esta versión probablemente nació como una alternativa práctica en hogares donde la carne de cerdo era más abundante o económica que el pollo o el conejo.
En el siglo XIX, con la expansión del cultivo del arroz en la Albufera de Valencia y la popularización de la paella como símbolo de la identidad española, las variantes regionales comenzaron a florecer. La paella de costillas, aunque menos célebre que la de mariscos o la valenciana clásica, se afianzó como una opción robusta y reconfortante, especialmente en reuniones familiares o festivas en el interior del país. Hoy en día, sigue siendo un plato que evoca la tradición y la rusticidad de la cocina española, aunque a menudo pasa desapercibido frente a sus primas más famosas.
Trucos para una Paella de Costillas Perfecta
Preparar una paella de costillas requiere técnica y cuidado para lograr el equilibrio entre la carne, el arroz y el sabor característico del sofrito. Aquí algunos trucos esenciales:
- Elección de las costillas: Opta por costillas de cerdo carnosas y con algo de grasa, como las de la zona del costillar o las costillas ibéricas, que aportan más sabor. Pídelas troceadas en porciones pequeñas para que se integren bien con el arroz.
- Sofrito potente: La base de la paella es un buen sofrito de cebolla, ajo, tomate y pimiento (rojo o verde, según preferencia). Cocina a fuego lento hasta que los ingredientes se deshagan, y usa tomate natural rallado para un sabor más fresco.
- Dorar la carne: Sella las costillas en la paellera con aceite de oliva hasta que estén bien doradas. Este paso carameliza los jugos y crea una base de sabor que se impregnará en el arroz. No escatimes en tiempo aquí.
- Caldo de calidad: Usa un caldo casero de carne (idealmente con huesos de cerdo o pollo) para cocer el arroz. La proporción clásica es el doble de caldo que de arroz (más un poco extra), pero ajusta según la variedad de arroz y la absorción.
- Arroz adecuado: El arroz bomba o el de Calasparra son ideales por su capacidad de absorber sabores sin deshacerse. Reparte el arroz uniformemente en la paellera para que se cocine de manera homogénea.
- Control del fuego: Cocina a fuego medio-alto al añadir el caldo para que hierva, luego baja a medio-bajo y evita remover el arroz una vez que esté en la paellera. Esto ayuda a formar el socarrat, la capa crujiente del fondo, un tesoro de la paella.
- Toque de pimentón: Añade pimentón dulce justo antes del caldo, removiendo rápidamente para que no se queme. Un poco de azafrán o colorante alimentario realza el color y el aroma tradicional.
- Reposo final: Una vez apagado el fuego, cubre la paella con un paño limpio o papel de aluminio y déjala reposar 5-10 minutos. Esto permite que el arroz termine de asentarse y los sabores se integren.
Conclusión
La paella de costillas es una joya menos conocida del repertorio culinario español, pero no por ello menos sabrosa o significativa. Su historia habla de la creatividad de las cocinas rurales y de la importancia del arroz como lienzo para sabores robustos. Perfecta para una comida familiar o una reunión con amigos, esta paella combina la intensidad de las costillas con la sutileza del arroz, ofreciendo un plato que satisface tanto el cuerpo como el alma. Acompáñala con un vino tinto joven o una cerveza fría y disfruta de un pedazo de tradición en cada bocado.
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