Sopa Castellana

La Sopa Castellana, también conocida como Sopa de Ajo, es un plato tradicional de la cocina española, especialmente popular en Castilla y León. Es una sopa reconfortante, ideal para los días fríos de otoño e invierno. A continuación, te detallo tanto el plato como la receta para que puedas prepararla en casa.

Descripción del Plato

La Sopa Castellana es una sopa sencilla pero llena de sabor, hecha a base de ingredientes humildes que suelen estar en cualquier despensa. Su base principal es el pan duro, que se aprovecha para dar cuerpo a la sopa. El ajo es otro ingrediente fundamental, aportando un sabor intenso y característico. Además, se suele enriquecer con jamón serrano y pimentón, que le dan un toque ahumado y un color rojizo muy apetecible. En muchas versiones, se añade huevo, que puede ser escalfado o batido, y se cocina directamente en la sopa, aportando una textura suave y cremosa.

Ingredientes

Para preparar una Sopa Castellana para 4 personas, necesitarás:

  • 200 gramos de pan duro (preferiblemente del día anterior)
  • 5 dientes de ajo
  • 150 gramos de jamón serrano en taquitos
  • 2 huevos
  • 1 litro de caldo de pollo (puedes usar caldo de verduras si prefieres una versión vegetariana)
  • 1 cucharada pequeña de pimentón dulce
  • 1 cucharada pequeña de pimentón picante (opcional, si te gusta un toque más fuerte)
  • 3 cucharadas grandes de aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto

Preparación

  1. Preparar los ingredientes: Corta el pan en rebanadas finas o en cubos pequeños. Pela y lamina los dientes de ajo.
  2. Freír el pan: En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva a fuego medio. Añade el pan y fríelo hasta que esté dorado y crujiente. Retira el pan y resérvalo.
  3. Sofreír el ajo: En la misma cazuela, añade los ajos laminados y sofríelos a fuego lento hasta que estén dorados, pero ten cuidado de no quemarlos, ya que pueden amargar la sopa.
  4. Añadir el jamón y el pimentón: Incorpora los taquitos de jamón serrano y sofríelos junto con el ajo durante un par de minutos. Luego, añade el pimentón dulce (y el picante si lo estás usando) y remueve rápidamente para que no se queme.
  5. Agregar el caldo: Vierte el caldo de pollo en la cazuela y lleva la mezcla a ebullición. Una vez que hierva, reduce el fuego y deja que la sopa se cocine a fuego lento durante unos 10-15 minutos.
  6. Incorporar el pan: Añade el pan frito a la sopa y deja que se empape bien en el caldo. Cocina a fuego lento durante otros 10 minutos, removiendo de vez en cuando.
  7. Añadir los huevos: Rompe los huevos directamente en la sopa y deja que se cocinen durante unos minutos. Puedes removerlos ligeramente para que se mezclen con la sopa o dejarlos enteros para que se escalfen.
  8. Ajustar la sal: Prueba la sopa y ajusta de sal si es necesario.

Servir

Sirve la Sopa Castellana bien caliente, preferiblemente en cazuelas de barro para mantener el calor. Puedes acompañarla con un buen vino tinto y una ensalada ligera para completar la comida.

Variantes

  • Con chorizo: Algunas versiones de la Sopa Castellana incluyen chorizo, que se añade junto con el jamón serrano para darle un sabor aún más intenso.
  • Vegetariana: Para una versión vegetariana, simplemente omite el jamón y utiliza caldo de verduras en lugar de caldo de pollo.
  • Con bacalao: En algunas regiones, especialmente durante la Semana Santa, se añade bacalao desmigado a la sopa.

La Sopa Castellana es un plato que, a pesar de su sencillez, ofrece un sabor profundo y reconfortante, perfecto para disfrutar en familia. ¡Espero que te animes a prepararla y que la disfrutes tanto como yo describiéndotela!

La Sopa Castellana tiene una historia rica y humilde, reflejando la esencia de la cocina tradicional española. Este plato, también conocido como Sopa de Ajo, tiene sus raíces en la región de Castilla y León, aunque su popularidad se ha extendido por toda España.

Orígenes

La Sopa Castellana se originó como un plato de campesinos y pastores. En tiempos antiguos, cuando los recursos eran limitados, las familias aprovechaban al máximo los ingredientes disponibles. El pan duro, que de otro modo se desperdiciaría, se reutilizaba en esta sopa, proporcionando sustento y calor en los fríos inviernos castellanos. El ajo, un ingrediente barato y abundante, se utilizaba para dar sabor, mientras que el jamón serrano y el pimentón, productos típicos de la región, enriquecían el plato.

Evolución

Con el tiempo, la Sopa Castellana ha evolucionado, pero siempre ha mantenido su carácter sencillo y reconfortante. Durante la Guerra Civil Española y los años de posguerra, este plato se convirtió en un símbolo de resistencia y supervivencia, ya que las familias seguían recurriendo a ingredientes básicos para alimentarse.

Significado Cultural

Hoy en día, la Sopa Castellana no solo es un plato de la cocina diaria, sino también una parte importante de la cultura gastronómica española. Se sirve en muchas celebraciones y festividades, y es especialmente popular durante la Semana Santa, cuando se preparan versiones sin carne para cumplir con las tradiciones religiosas.

Variantes Regionales

Aunque la receta básica es bastante uniforme, existen variantes regionales que añaden su propio toque. Por ejemplo, en algunas zonas se añade chorizo o bacalao, mientras que en otras se prefiere una versión más simple con solo ajo y pan.

La Sopa Castellana es un testimonio de la creatividad y la resiliencia de la cocina española, transformando ingredientes humildes en un plato lleno de sabor y tradición.

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